Creer que discutir es malo, es creer que podemos tener sólo una visión sobre un determinado tema. Hay temas que parecieran no admitir discusión y hay otros en los que la discusión abunda, ya sea con argumentos o no:
Nadie va a discutir que 2 + 2 = 4, pero en cambio se puede discutir la forma de explicarlo.En estos temas, que suelen ser polémicos y dar lugar a múltiples interpretaciones, aparece una hegemonía: la de creer que todos podemos pensar igual. Yo me pregunto si esta idea, no encierra un concepto peligroso: todos debemos pensar igual y para eso, el primer paso, sería creer en ello.
Si partimos de dos pensamientos distintos, diametralmente opuestos, el acuerdo debe ser o bien un punto medio o alguno de los extremos. Si el predicador de esta unión, se encuentra de un lado de la circunferencia, ¿podemos entonces creer que su predicado va a beneficiar a ambos lados?
Volviendo a la cuestión de la enseñanza, dos posibilidades podrían ser:
- Enseñarle los conceptos de los números que intervienen en la expresión y de todos los demás, para así poder enseñar a sumar
- Enseñarle a repetir esa expresión y aprenderla de memoria, sin analizar el contenido de la misma
Mas allá de cuál es la correcta, cuál es la mejor o si hay un listado de otras posibilidades, podemos distinguir dos cuestiones importantes: ¿Qué voy a enseñar? ¿Cómo lo voy a enseñar?
Muchas veces, en distintas discusiones vemos que se pierde el foco y es acá donde hay que parar. Porque si perdemos el foco, estamos dejando de lado la importancia de esa discusión y la estamos llevando a otro ámbito, a uno que quizás, no sea importante discutir. Es importante aprender a notar esas desviaciones y notar qué o quién las produce y, en el caso de saber quién, empezar a dudar de la veracidad de sus palabras.

 
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